domingo, octubre 29, 2006

SECTOR FARMACÉUTICO MEXICANO

La Industria Farmacéutica (IF) se divide en:

Farmoquímicos (materias primas y principios activos)
Medicamentos (para uso humano o veterinario)
Productos Auxiliares para la Salud, PAPS (materiales de curación, reactivos para diagnóstico, productos odontológicos y productos higiénicos)

En México, básicamente predominan los últimos dos campos. La industria de la manufactura de medicamentos está dominada por las empresas multinacionales, con una muy escasa participación de pequeñas empresas mexicanas, las cuales son abastecedoras para firmas de capital extranjero (como es el caso de algunos medicamentos genéricos o los comercialmente conocidos como “Similares”).
La principal producción netamente mexicana se basa en los PAPS, aunque se enfrenta a una fuerte competencia con empresas extranjeras (v. gr. Kimberly-Clark, Johnson-Johnson, etc.). Nuestro país, prácticamente no es un generador de materias primas para la IF ni, mucho menos, de principios activos.
Existen acuerdos internacionales, acatados por las grandes empresas farmacéuticas, que permiten considerar el vencimiento de patentes para la fabricación de medicamentos. El valor de las patentes vencidas, desde que se fundaron las primeras empresas hasta nuestros días, rebasan los $60 billones USD (sesenta billones de dólares estadounidenses). Son estas patentes vencidas las que algunos laboratorios pequeños aprovechan para fabricar medicamentos llamados genéricos (aunque algunas grandes empresas también los producen, principalmente, para el abastecimiento hacia los centros de salud paraestatales, como resultado de licitaciones). Otros, son “absorbidos” por empresas de apertura de mercado (v. gr. laboratorios Best) para generar un consorcio comercial, como es el caso de los medicamentos “Similares”. Por lo tanto, éstos no son medicamentos genéricos sino de marca, pero elaborados por pequeñas empresas cuyos procesos de fabricación son baratos y que, al generarse de patentes vencidas, su valor agregado (que implica los costos de la invención, de la investigación farmacéutica y clínica) se pierde por completo. Es por eso que son tan baratos ya que el mayor costo de un medicamento radica precisamente en los costos de investigación científica que se llevaron a cabo desde su invención hasta su comercialización, y las pequeñas empresas que fabrican los medicamentos “Similares” ya no tienen qué realizar dichos estudios.
Un medicamento genérico es aquel que no lleva una marca comercial, sino únicamente el nombre del principio activo que contiene; también carece de un diseño comercial en el empaque y su forma farmacéutica implica un proceso barato de fabricación. Por ello, aunque tienen el mismo efecto terapéutico que un medicamento de marca equivalente, son un poco más baratos. Lo que sacrifica la empresa que lo produce es el efecto organoléptico del producto sobre el consumidor, y el impacto comercial de la marca registrada (sobre todo cuando se trata de un medicamento muy conocido), pero su compensación estriba en un incremento de sus ventas por ser más barato.
En México, las compañías multinacionales dominan el mercado de patentes, mientras que las empresas (pequeñas plantas de producción) de capital nacional tienen mayor experiencia en el mercado de genéricos.
Al mismo tiempo, el mercado privado de distribución (Farmacias) es el principal demandante de medicamentos de marca o patentados, mientras que el sector público de salud (clínicas, hospitales, dispensarios, etc.) son los principales consumidores de medicamentos genéricos.
Cuando las empresas farmacéuticas logran producir medicamentos a precios accesibles y con el cumplimiento de altas exigencias de calidad, incursionan en mercados de exportación estableciendo las siguientes estrategias:

1) Incrementar el número de empresas exportadoras
2) Exportar productos con mayor valor agregado
3) Encontrar nichos de mercado en otros países
4) Incursionar en nuevos mercados (geográficamente o variando la naturaleza de sus productos)

Uno de los caminos que las grandes empresas eligen para no verse afectadas por la expiración de las patentes de sus propios medicamentos, es la búsqueda de alianzas con fabricantes y distribuidores (tanto del país como extranjeros). Así, aunque su patente sea vencida, seguirá dominando el mercado de dicho producto al asociarse con los fabricantes que se la apropian para su producción. En gran parte, a ello se debe que las empresas actuales ya sean consideradas como multinacionales; otra justificación es para solventar conjuntamente los altísimos costos de la investigación científica farmacéutica.
Aunque Europa es el principal consumidor de medicamentos en el mundo (debido al alto poder adquisitivo de la población y a que el promedio de edad de sus pobladores está entre la adultez madura y la tercera edad), México no tiene la fuerza económica ni política para incursionar en ese gran mercado. Latinoamérica constituye la principal opción foránea para la Industria Farmacéutica Mexicana (IFM); sin embargo, nuestro país podría realizar exportaciones directas a Europa (a través de acuerdos intercontinentales mediados por la UNICEF). Por esta vía, se han intentado exportar:

a) Suturas
b) Pañales para adultos
c) Batas
d) Cubrebocas
e) Sábanas
f) Sueros
g) Uniformes
h) Sondas
i) Rollos de algodón
j) Vendas
k) Gasas
l) Algunos antibióticos

A cambio se intenta obtener:

a) Transferencias de tecnología
b) Desarrollo de coinversiones
c) Pactos de intercambios comerciales

El papel del Farmacéutico ha evolucionado mucho. Antes, se encargaba de extraer y de preparar substancias activas a partir de animales, vegetales, y minerales (boticario). Actualmente, el farmacéutico tiene la capacidad de:

1) Diseñar nuevos principios activos
2) Modificar moléculas para obtener o eliminar una propiedad terapéutica determinada
3) Diseñar nuevas formas farmacéuticas
4) Fabricar medicamentos masivamente
5) Aplicar controles de calidad del más alto nivel
6) Realizar estudios de bioequivalencia y biodisponibilidad
7) Crear nuevos reactivos de diagnóstico para enfermedades nuevas y conocidas

Sin embargo, mientras las políticas gubernamentales no se independicen de los intereses particulares, nuestro país seguirá siendo un mercado muy provechoso para las empresas extranjeras, y el desarrollo pleno de la IFM continuará pareciendo una utopía.

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